Este es mi potus. Es un potus extremadamente lindo, que fue un regalo. Su alimento desde que llegó fue la atención de mi mamá, el sol y agua que de a ratos me acordaba de ponerle. 

      Hay dias en que me acuerdo de lo pequeña que estaba, solo tenía un bracito. Ahora la veo y tiene muchas hojas, viste una habitación solita. 

      Mi hipótesis; todo lo que sobrevive se nutre a base de lo mismo, ¿no? con el amor de mamá, un poco de sol y agua.

      Espero este año ser como mi potus, que me salgan muchas hojas, aprender tanto que me tengan que cambiar de maceta, y sobre todo poder recibir y dar tanto amor, de ese lindo que me haga crecer.

Comentarios